En ocasiones, mientras realizo una sesión, me doy cuenta de que no estoy «leyendo» o sintiendo a mi consultante, sino que hay un «ruido» como si la información de alguien más interfiriera dentro de su cuerpo. Lo llamo «Desplazamiento del Alma».

En otras ocasiones, no logro conectar con mi consultante como si lo que estoy buscando no estuviera en su cuerpo sino «perdido» o atrapado en otro tiempo o lugar. Lo llamo «Fragmento perdido del Alma».

En los Desplazamientos del Alma, @Represento el Alma del consultante y me lleva a una posición fuera del lugar que le corresponde, habitualmente como si fuera una niña asustada, o en ocasiones enojada tratando de ir a su lugar sin poder lograrlo. Sucede cuando siendo muy niños (bebés) hemos estado a punto de morir o con un susto tan grande que hubiéramos querido salirnos de la Vida; y  otro ser hubiera ocupado ese espacio en el cuerpo. Habitualmente es algún «muertito», un fragmento del alma de alguien que aún está en proceso de trascender (típico de hospitales), que trata de aferrarse a la vida o ayudarnos a quedarnos en ella. El alma no puede morir, puesto que el cuerpo sigue vivo, pero tampoco puede regresar del todo porque el otro fragmento lo desplaza ligeramente.

Al @Representar el lugar del consultante, sabiendo que el alma está desplazada, podemos por fin sentir ese fragmento y agradecer lo compartido y todo lo que hizo por nosotros, para ayudarnos a vivir. Les indicamos el camino a la Luz para encontrar a su verdadera familia y los dejamos ir, dándoles incluso un lugar espiritual y honorífico en nuestra propia familia.

En caso de presencias agresivas (entidades que llegan por brujerías al vientre materno o vinculadas a los ancestros), una vez vistos y que dicha brujería haya sido liberada, pierden su poder y capacidad de quedarse en nuestro lugar, de manera que cede su orgullo y piden luz, que les ofrecemos con toda compasión. Automáticamente, el alma regresa de nuevo a su lugar natural en el cuerpo, libre de presencias que le impidan acomodarse y por tanto poder tomar la vida plenamente.

A todos nos faltan «fragmentos» del alma, ya sea que nos afecte en mayor o menor medida dependiendo de la intensidad con que nuestro espíritu siente el dolor de aquellos fragmentos. Esos fragmentos pueden ser de esta vida, partecitas del alma que quedaron atrapadas en un envento traumático infantil, de nacimiento o embarazo. También pueden quedar atrapadas con otras personas, por relaciones de mucho apego o que no llegaron a cerrarse adecuadamente. A veces con personas de otras vidas que nos hacen sentir como si una parte de nosotros aún estuviera viviendo aquello como un disco rayado. También pueden quedar atrapadas en otras dimensiones, o incluso custodiadas por ciertos espíritus debido a trabajos esotéricos en esta o en otras vidas (entierros, etc).

En todos esos casos, @Representamos ese fragmento del Alma para identificar dónde podemos percibirlo en la sesión. Entonces vamos a buscarlo con el consultante para percibir qué tipo de energía impide tomarlo, y poder hacer todo lo necesario (tomar o entregar responsabilidad, reconocer un dolor, perdonar, poner bendiciones, ritualizar un pago de deuda, etc) para quedar en paz y liberar dicha energía. Así el consultante puede reintegrar dentro de sí mismo ese fragmento perdido y concientizar qué tipo de emoción, creencia y energía lo tenía atorado y cómo esa energía se ha repetido a lo largo de su vida, para quedar por fin liberado de dicho patrón.

Recomiendo mucho este enlace donde hay más información sobre la fragmentación del alma, además de mis propias publicaciones: sonopuntura fragmentos alma