Crecí como católico con el misterio de la Santísima Trinidad, pero necesitaba entenderlo.

A través del yoga conocí los 3 aspectos de Rayas, Tamas, Satvas, operación, destrucción, creación (GOD=generator operator destructor). Los 3 aspectos de Raja yoga (de la realidad, conocimiento), Karma yoga (del servicio, voluntad) y Bakthi (de la devoción, amor).

De la religión egipcia tomé el concepto de la sagrada familia: padre, madre, hijo (Osiris, Isis, horas) en sus múltiples aspectos.

Y del eneagrama cómo hay 3 grandes grupos de heridas de infancia: en el centro de poder (volitivo), de amor (emocional) y de seguridad (mental).

Así pude conceptualizar que la Trinidad, el triángulo de Dios con el ojo, son los vértices de Sabiduría, Poder y Amor. La inteligencia ordenadora (masculino, padre), la capacidad de manifestación (femenino, madre) y el amor compasivo (hijo). Podríamos discutir sobre que el Espíritu Santo representa las alas de Isis en una sustitución de la Madre.

Los 3 aspectos deben estar en equilibrio, porque si falta uno de ellas el ser se descompensará en algún tipo de separación o proyección en lugar de integrarse en la Unidad.

Pero la construcción de la realidad, del universo en diferentes planos, requiere un cuarto vórtice para constituir tetraedros (ladrillos de la realidad), que quizá sería el ojo, la consciencia creadora.

Si Dios es Luz, el poder sería su intensidad, la sabiduría sería la coherencia (dispersa o enfocada como láser) y el amor sería su color, su cualidad. Pero la manifestación de la Luz sería su creatividad, su capacidad de crear realidad, su existencia misma que transforma el Ser y sus cualidades en Estar, en existir, a través de diferentes planos fractales.

Que mi Poder sirva para sostenerme, sin proyectarse contra otros o contra mí, ni desviarse hacia otros debilitándome. Que se llene de sabiduría y amor para equilibrarlo.

Que mi Sabiduría sirva para comprender, sin engañar ni engañarme, nutriéndome de otros sin ceder autoridad para definirme o definir mi realidad. Que se llene de Amor y poder para equilibrarlo.

Que mi Amor sirva para nutrir y nutrirme, sin perderme en la necesidad de otros ni en la mía, compartiendo desde mi autenticidad y esencia. Que se llene de Sabiduría y Poder para equilibrarlo.