Aristides Diaz / Sanacion Psico-Espiritual +52 9981861741

Todos nosotros nos sentimos encerrados o atrapados de diferentes maneras, como si una parte de nosotros no pudiera expresarse, expresar nuestro potencial, y esta cuarentena hace una resonancia con estas sensaciones y nos las muestra más intensamente.

Para unos puede ser espiritual, como si una parte de mi alma, mi brillo, estuviera desconectada y «perdida» fuera de nosotros. A veces incluso hay rituales del pasado o el presente que nos afectan sin darnos cuenta.

Para otros es emocional, la sensación de no poder ser yo mismo en las situaciones que emocionalmente nos condicionan, porque no sentimos la fuerza para cambiar las cosas y o dejar que tomen su propio rumbo: qué pasaría en mi vida si me permitiera ser libre? En realidad tenemos muchas ideas sobre los peligros y riesgos de ser auténticos, aprendizajes emocionales basados en el castigo emocional. O quizá nos hemos atrapado a nosotros mismos porque no confiamos en que el universo ilimitado puede generar una realidad diferente, expansiva, abundante, alegre y placentera cuando decidimos ser libres para ser lo mejor que puedo ser conmigo mismo, y dejar que ese amor propio impregne nuestra realidad y haga cambios positivos.

En algunos casos hay memorias físicas, cuando literalmente de niños, o quizá en memorias transgeneracionales, hubo miedo y encierro y limitación a mi libertad y movimientos por parte de fuerzas externas: mis papás en ciertas situaciones, o la escuela de la que queríamos escaparnos, de estructuras rígidas, memorias de guerra quizá, o de personas que eran encerradas incluso en su propia casa, o en un matrimonio. Quizá memorias de estar atrapados en un cuerpo demasiado limitante en memorias de enfermedad, parálisis, artrosis, dolor… de estar sujeto o sin posesión de mi propio cuerpo mientras se hace algún procedimiento médico, cirugía o alguna otra situación. Tener que estar en un lugar que siento que me hace daño y del cual no puedo escaparme y además poner buena cara (por ejemplo quedarme obligado en casa de personas que siento desagradables o peligrosas).

Necesito manifestar en el plano físico algo que le muestre a esas partes de mí otra posibilidad, la libertad para expandirme, para la grandeza y el amor, dentro de mí, y la posibilidad de compartirme desde esos sentimientos. Esta es una propuesta sencilla y poderosa:

PSICOMAGIA DE LIBERACIÓN:

Escribe tu nombre en un papel, y dale a ese papel la convicción de representarte a ti o alguna de esas partes que has sentido leyendo esto o meditando. Si te han llegado varías situaciones puedes poner varios papelitos con tu nombre y alguna palabra o dibujo que represente lo que sientes. Sugiero que el papel sea un pedacito de kleenex para que después quemarlo sea más sencillo y limpio.

Mete ese o esos papeles en un frasquito de cristal y si así lo sientes añade tierra, piedritas o elementos diferentes (clavos, slime, alambre, usa tu imaginación e intuición y deja que esos elementos representen aspectos limitantes). Y tápalo.

Busca un lugar seguro en el cual lanzar el frasquito de manera que se estalle, o quizá sientas la necesidad de romperlo tú con un martillo (envolviendo el frasco en una tela). Hazlo poniendo toda tu intención en usar tu fuerza, convicción y fe. Si así lo sientes, invoca antes guía y protección. Si no se rompe a la primera, toma conciencia de que quizá haya varias capas y el frasco se romperá hasta que todas las energías del tipo que sea estén listas para disolverse o trascender.

Cada vez, y especialmente cuando se rompa, permítete sentir todas las sensaciones físicas, emocionales y espirituales que surgen. Si son desagradables, obsérvalas con cariño, es solo la energía atrapada en tu propio cuerpo que se libera. Y disfruta las sensaciones de plenitud que finalmente surgirán de tu observación compasiva por todas esas partes de ti representadas en este ritual.

Después toma el/los papelitos y en un cuenco quémalo con alcohol (o cera de vela, o aceite) para que esa parte de ti no solo esté libre, sino que su energía salga de esa memoria o representación y pueda trascender e integrarse en tu interior, que desaparezca, para que deje de ser una memoria y la energía que se drenaba en ese fragmento de ti mismo regrese a ti.

Recoge todo y tíralo a la basura con la convicción de que ya son solo pedacitos o cenizas que no representan nada, ya no tienen energía (ni propia ni la que tú le diste consciente o inconscientemente).

Después si puedes haz una pequeña meditación o descansa un rato. Y entrega al Universo esta posibilidad para que se manifieste en el mayor beneficio espiritual para todos los implicados, desde la voluntad, la sabiduría, la compasión y el amor de Dios. Y que esa Presencia de Dios, a través de tu propio Ser Superior, se manifieste en tu vida y en quien eres y puedes ser libre de todas esas cargas que han sido liberadas.

A veces pasan dos o tres días de crisis curativa, de emociones que surgen en su proceso de ser concientizadas y liberadas, pero trata de observarlas con cariño, solo están saliendo… Lo habitual es que desde el primer momento en días sucesivos vayas sintiendo cada vez más plenitud, claridad, voluntad y libertad interior.

Si sientes qué hay más cosas, resistencias que no llegan a ceder, complicaciones… con toda confianza mándame un Whatsapp para ver la mejor forma de ayudarte 🙏