En algunos casos veo personas con enfermedades “raras” o accidentes con consecuencias extrañas para el cuerpo. Al investigar en los patrones emocionales y familiares, nos encontramos algunas veces con que existen precedentes en generaciones pasadas, o en vidas pasadas. El cuerpo se las arregla para imitar algo que ocurrió en el pasado, una memoria, de manera que se MANIFIESTA para que podamos ver algo que estaba oculto y que representa un dolor no integrado.
Algunas tradiciones orientales establecen que la mente con la que morimos, el último pensamiento, es con el que nacemos en la vida siguiente. A mi entender, la muerte de una vida pasada, o la de un ancestro cuya muerte generó culpa o enojo, generan una memoria inconsciente que necesita ser sanada en algún momento de una vida o una generación posterior.
Pongo algunos ejemplos de mi experiencia:
Una mujer que por errores médicos desde que era muy niña (2 años) acabó con el abdomen hundido en un lado como si le faltara un buen pedazo. Al leer las memorias corporales, aparecía la imagen de un animal devorándola vida en el bosque. Mi compañera estaba viendo en su mente un lobo. Esa imagen representa la muerte en una vida pasada, o quizá la muerte de un ancestro. En este caso, adicionalmente, su padre médico había cometido neglicencias por las que no había tomado responsabilidad y pesaban sobre la familia.
En todo caso, la imagen representa el arquetipo, el tipo de emoción o angustia que necesita ser sanado. La imagen nos permite hacernos presentes para poner conciencia, compasión y amor en la situación. “El dolor queda en el cuerpo para que la tierra lo transforme en vida. El espíritu se va libre”. Conectar con la liberación del dolor y el espíritu trascendiendo en paz permite liberar los patrones del inconsciente y nudos del cuerpo para que se regenere en la medida del potencial y circunstancias de cada persona.
Otra mujer padecía una enfermedad que le impedía producir colágeno, de manera que sin la medicación su piel se acartonaba. La memoria corporal nos hablaba de la piel imitando ser quemada. La imagen era la de una mujer en la hoguera. Nada más mencionarlo, sucede una intensa catarsis emocional. De nuevo nos hacemos presentes en la imagen para generar compasión y perdón y liberar cualquier maldición a través de una bendición: que todos los implicados y sus descendientes reciban todo el amor y luz que necesiten.
Un señor tuvo numerosas operaciones en año y medio, ya que tras una intervención se abrieron las grapas (tripas fuera), la malla que le colocaron perforó el colon, etc. Al investigar, su tío mayor por accidente mató al tío menor (su hermano), quedando este evento en la oscuridad del silencio y el secreto. El cuerpo de mi paciente trataba de mostrar el evento no integrado en la familia. Nos hacemos presentes para tomar conciencia del dolor y la culpa que generó y conectar con el sentimiento de perdón y liberación que no pudo darse en vida.
Otra persona con irritaciones de la piel y dificultad para respirar, con muchas pesadillas de niño… Al introducirnos en aquellos sueños nos encontramos en medio de un incendio, sin poder respirar, con la piel empezando a doler por el calor…
Una mujer con ya escasos centímetros de intestino tras varias operaciones… La sensación es de tripas deshechas, incluso con sensaciones (mentales) de olor fuerte. Sin poder confirmarlo con evidencias, el cuerpo trataba de imitar la muerte de un niño en la familia por ingestión de un producto químico de limpieza.
Etc, etc.
De nuevo, insistir en que no es tan importante la verdad objetiva o la precisión de acontecimientos, sino la verdad subjetiva del inconsciente y la imagen que el cuerpo intenta imitar, que permita iluminar con el corazón los acontecimientos liberando todo juicio.
Con innegable valor psicológico desde el punto de vista de la autoresponsabilidad por la propia vida (versus victimismo) y para liberar sentimientos de impotencia al poder “hacer algo”, la experiencia muestra que no sirve cualquier imagen, sino aquellas que coinciden con los puntos críticos de la memoria inconsciente.
Y no suele ser suficiente con una visualización personal, sino que el testimonio externo de un tercero con autoridad ayuda a establecer el nuevo patrón, así como la ritualización: actos físicos tales como una representación o liberar en el cuerpo los puntos que reflejan las memorias específicas.