Mi sentir es que cada vida es un Camino, y todas las vidas juntas forman el Gran Camino que es el Plan Divino, y es un plan/camino de Redención. Redención no es perdón de pecados ni derrotar al mal, sino salir de esa Confusión o pesadilla en que nos percibimos separados, no integrados con el Todo, y desde la separación juzgamos las experiencias de vida. “Diablo” viene de diábolo, dividir, separar. Es el engaño de creernos separados de la Unidad, de Dios. La redención es el camino que permite a todos los seres salir de la confusión.
Los Seres de Luz no pueden contactar la oscuridad, no la comprenden ni experimentan. Los Caídos (en la ilusin de la separación) no pueden contactar la Luz (la verdad de la unidad) sino que viven sin poder despertar de su pesadilla. La Vida es polaridad, un hibridaje de Luz y Oscuridad, diseñada con diferentes grados de conciencia para enlazar ambos mundos en ambas direcciones.
Así como cada ser humano tiene 10 veces más microbios y bacterias que células propias, más ADN exógeno que propio, el alma es solamente el espíritu que “orienta” el vehículo durante su vida, pero es como un tren con muchos pasajeros que suben y bajan, que acompañan las experiencias de este espíritu evolucionando con él. Llegan juntos a la Vida, pero se mantienen observadores en su propia dimensión. A veces ciertas experiencias desbalancean el campo energético/emocional y alguno de ellos son atraídos y se “atascan” dentro, distorsionando nuestra percepción de la realidad. No son culpables, solamente necesitan ayuda para soltarse y continuar su camino de evolución, que por la perfección del Plan Divino, incluía esta experiencia.
Solamente la Vida, y en concreto la conciencia humana en su percepción separada que le permite juzgar, vive con un ángel y un demonio en cada hombro, susurrando en cada oído. Come del árbol de la ciencia del bien y del mal, es decir, evoluciona para juzgar, lo cual sólo sucede desde la separación del objeto juzgado, implica perder la integridad en la ilusión de no ser Uno consigo mismo y con la Creación y el Creador. Vivimos simultaneamente la luz y la sombra dentro de nosotros, y al tomar conciencia, ponemos luz para nuestras sombras interiores (nuestra propia memoria atascada de niño enojado, triste, abandonado, rechazado, culpable, etc) y se liberan junto con ellas los Seres que nos acompañaban desde esa misma sombra.
No hay un solo Cielo o Infierno, sino muchos niveles de separación, de ignorancia, que son los diferentes infiernos, y muchos niveles de integración de la Unidad, de la Verdad, del Amor, que son diferentes cielos. Creo que almas como las nuestras vivían en algún cielo, y decidieron hacer esta experiencia híbrida y difícil para crear conciencia a través de la iluminación de la sombra.
Solamente la Vida, y en concreto la conciencia humana en su percepción separada que le permite juzgar, vive con un ángel y un demonio en cada hombro, susurrando en cada oído. Come del árbol de la ciencia del bien y del mal, es decir, evoluciona para juzgar, lo cual sólo sucede desde la separación del objeto juzgado, implica perder la integridad en la ilusión de no ser Uno consigo mismo y con la Creación y el Creador. Vivimos simultaneamente la luz y la sombra dentro de nosotros, y al tomar conciencia, ponemos luz para nuestras sombras interiores (nuestra propia memoria atascada de niño enojado, triste, abandonado, rechazado, culpable, etc) y se liberan junto con ellas los Seres que nos acompañaban desde esa misma sombra.
No hay un solo Cielo o Infierno, sino muchos niveles de separación, de ignorancia, que son los diferentes infiernos, y muchos niveles de integración de la Unidad, de la Verdad, del Amor, que son diferentes cielos. Creo que almas como las nuestras vivían en algún cielo, y decidieron hacer esta experiencia híbrida y difícil para crear conciencia a través de la iluminación de la sombra.
En todo caso, la Evolución no es lineal, sino Espiral: un ser en el cielo “n°2” percibe el cielo 3… y se siente insatisfecho y separado, un dolor espiritual que lo lleva al Infierno 2, que transita hasta lograr integrar y transcender todos sus aspectos y realizar en sí mismo la Consciencia y la Luz del cielo 3, en el cual vivirá… hasta que perciba el cielo 4 y el proceso continúe, expandiendo la Conciencia, cada vez más cerca de la Presencia de Dios. La Consciencia entonces no se “eleva”, sino se “expande” en raíces y ramas, hasta el infinito…