Biografía

Iniciática

 

ETAPA FAMILIAR

Nací en España en 1974. Tengo un hermano gemelo, médico como mis papás, y un hermano pequeño. Siempre obsesionado con el orden, con mejorar cualquier procedimiento, y con una búsqueda casi neurótica de significado en la vida. Me licencié en Administración y ejercí nueve años como consultor de procesos y sistemas. Sin embargo mi vocación siempre fue sacerdotal…

PRIMERA INICIACIÓN

Paralelamente vivía mis inquietudes espirituales certificándome en:

  • Reiki, que me abrió a la percepción espiritual y me puso en contacto con la vocación de dar paz en la muerte.
  • Hatha Yoga, que fue un proceso de evolución personal profunda desde la integración de diferentes perspectivas espirituales, el reflejo de la mente en el cuerpo y la respiración, la meditación, vibración, sonido, movimiento de energía, observación consciente, y la profunda esencia de espiritualidad comprometida transmitida por Mayte Criado, especialmente en retiros de semana santa que me transformaron al llevarme del “parecer/deber” al “ser/querer”.
  • Conexiones Aquetípicas de Antonio Campaña, verdaderos viajes de conciencia, como sueños lúcidos, que permiten sanar e integrar de forma positiva los arquetipos y símbolos que viven en nuestro interior.

Aunque debo decir, tras mi experiencia como terapeuta, que las primeras iniciaciones fueron las de muerte: un hermano adicional en el vientre, una cirugía de píloro al poco de nacer, una meningitis infantil mortal…

SEGUNDA INCICIACIÓN

En 2009 llego a Cancún, donde tengo la oportunidad de cerrar el ciclo “convencional” y se abren experiencias iniciáticas espontáneas a través de:

– Constelaciones Familiares, acompañando un centenar de veces a la maestra Cielo Falcón, experimentando las sensaciones y emociones en el cuerpo al representar para otras personas y la liberación a través de frases y rituales esenciales de responsabilidad, perdón y amor.  Restaurar el orden a través del reconocimiento de una verdad más profunda que permite fluir el Amor.

– Vippassana, que me permite reconocer la forma en que la mente genera dolor a través de las memorias acumuladas en el cuerpo y cómo limpiarlas a través de la observación de las sensaciones corporales en ecuanimidad y desapego, sosteniendo los principios morales universales.

  • Juan Carlos, que me enseña los ajustes y masaje chamánico maya.
  • Bárbara que me aplica Terapia Neural generando catarsis de experiencias infantiles a través de los puntos del cuerpo donde quedaron registradas.
  • Don Antonio, al invitame a aplicar Putsia con él (masaje de integración del dolor) y aplicármela posteriormente.
  • Rodolfo, con su masaje de Sanación liberando los arquetipos de víctima, verdugo, pero también crístico, a través de mi cuerpo.
  • Nicola, cuya sesión de Ayahuasca me mostró los reinos más oscuros y dolorosos, y que es a los seres atrapados allí causándonos dolor a quienes hay que ayudar, no atacar, para ayudar a las personas.
  • Y muchas experiencias compartidas a través del grupo Solverde que iniciamos un grupo de personas, para intercambiar y divulgar continuamente terapias de todo tipo, así como iniciaciones de Fuego, Viento, Masaje Abdominal, Autovalor, EFT, ceremonias mayas, Tzolkin, Oráculos, Psicomagia, Psicodrama, etc.

 INTEGRACIÓN ESPIRITUAL

Todo este proceso, me conduce a “comprar” mi tiempo en el corporativo para abrir nuevas posibilidades (lo cual agradeceré siempre a mi exjefe Willy, que además me dio un hogar en los tiempos más difíciles). En ese tiempo retomo dar clases de “experimentos de yoga” explorando nuevas formas y ofrecer “masaje maya-veda”, que acaba convirtiéndose en explorar con mis manos el cuerpo para poder sentir y “ver” en mi mente la representación de diferentes traumas que hace el inconsciente de la persona en el cuerpo. Al principio como clavos, pinchos, raíces, larvas, animales, objetos… que iba sacando del cuerpo (en mi mente) pero que generaba un cambio en el cuerpo y percepción de las personas.

Posteriormente para darme cuenta de que cada representación refleja emociones atoradas, por ejemplo un cuchillo en la espalda es la forma en que el inconsciente registra una Traición. Por tanto la sanación más completa debía incorporar un ritual para liberar la emoción detrás de la sensación, lo cual integré por visualizaciones de la emoción y el perdón en contacto con el punto del cuerpo.

Más adelante, fue obvio que las personas se atoran con unas emociones y no otras en base a que dicha emoción estuviera relacionada con una tragedia familiar (ruptura, muerte, pérdida, etc). Y al trabajar esa parte en forma de constelaciones, las sensaciones siempre me llevaban a una persona específica en el sistema familiar que el consultante estaba “cargando” según ciertas reglas. Así surgió la Sanación Transgeneracional, como una forma de liberar la carga que tomamos de la familia al liberar el pedacito del alma que necesitaba ser sanado para trascender y poder integrar nuestra propia alma completamente (sin una parte de nosotros desplazada, fragmentada).

Finalmente, pude detectar que cuando las sesiones se complicaban, podía representar la energía interferente. Al hacerlo, pude constatar la presencia de brujerías, de energías pegadas (frecuentemente por cercanía a la propia muerte en la infancia) y de energías de otras vidas que quedaron traumáticamente “enredadas” con la nuestra. Para mi sorpresa, cualquiera de estas situaciones podía ser liberada amorosamente al detectar y sanar el dolor original que generó todo.

Todos los seres buscan el Amor y la Luz, o bien la posibilidad de seguir evolucionando para despertar a dicho Amor. La columna vertebral de este proceso es darse cuenta de que el “Mal” no es sino la proyección de un dolor que genera enojo&venganza, miedo&huida, culpa&vergüenza… Y dicho dolor es el resultado de la percepción de Separación: de Dios, del Todo, de papá o mamá o alguien que los sustituye, de un apego.

MAESTRÍA

Siempre me gustó escribir y enseñar, pero cómo y quién transmitir todo esto? A quién podría interesarle, salvo para dedicarse a ello? La oportunidad vino con Andrés Insuasti, un Maestro de médicos y terapeutas integrativos en Colombia (Caminos con Corazón), que tras conocer mi trabajo por “casualidad” en Cancún, me invitó a dar talleres y después un diplomado. Me “obligó” a estructurar la esencia de los conocimientos y habilidades que había ido adquiriendo con la experiencia, y me permitió transmitirlos. La experiencia fue tan, tan hermosa para todos nosotros.

Y su mensaje: en cada sesión ayudas al consultante, y aquellos conectados con él indirectamente. Transmitiendo esto, ayudas a todos aquellos que son tocados por cada uno de tus alumnos. Y me emociona porque, honestamente, mi vocación original nunca fue con las personas. Desde aquella Ayahuasca, mi vocación es para todos los seres atrapados en la oscuridad, en la ilusión de la separación, los que envueltos en culpa y dolor se ven como demonios y se aparecen como tales. Un fiel reflejo de cómo percibimos partes de nosotros que también necesitan ser amadas para calmarse y reconocerse en unidad.

CEREMONIAS

Quizá porque es lo último que está llegando, dejo este apartado al final. Las Ceremonias han sido parte de mi proceso, y en cada una diferente diseño: Originalmente, las Misas, donde me encantaba ser monaguillo y posteriormente, incluso darlas (salvo los sacramentos, claro está). Las clases de yoga, y especialmente Nidra Yoga, también se convirtieron en ceremonias.

Mas adelante, cada Constelación se convirtió en un acto ritual de liberación y de integración. También las ceremonias de Fuego invocando todo aquello que representa cada una de las 7 direcciones para integrarnos con nosotros mismos y con el Todo. Y las ceremonias de tambor acompañado por el animal de poder. Después, las ceremonias con psicoactivos: Camino Rojo, en el Teocali de la Montaña, o compartiendo un Tabaco, integrando todo lo que representa el Fuego: alimento, calor, cobijo, comunidad, familia, supervivencia, evolución, luz… Ayahuasca-Wasi, y la confrontación con los contenidos más oscuros de la mente, las pesadillas y también el despertar a la Vida. Y tantos otros tipos de ceremonia, desde las liberaciones Cristianas hasta las iniciaciones Budistas tibetanas… Ninguna de ellas me hizo llegar más allá de mí mismo, pese a lo que todas me transmitieron.

Fueron las Ceremonias de “Serotonina” las que resonaron en mi Ser. En lugar de trabajar desde el dolor, trabajamos desde un profundo amor, que cuando toca el dolor, lo hace con una compasión desbordante. En lugar de trabajar procesos individuales, trabajamos procesos colectivos. Nos permitimos representar unos para otros y resolver conjuntamente en una constelación continua de movimientos arquetípicos y simbólicos, presentes SIMULTANEAMENTE en diferentes planos de conciencia. Profundamente presentes en el cuerpo (sin molestias ni dolor), presentes en el corazón (con un amor inmenso), en los ojos (con un profundo reconocimiento del prójimo y en el prójimo), en la mente (conscientes de la forma en que todo está representado en diferentes aspectos y arquetipos), en el espíritu. Cada proceso que se abre en cada uno es compartido y apoyado por todos, conscientes de que dicho proceso lo está representando por todos los demás, sanando el Alma Colectiva. Y siempre un profundo Amor, y tras cada ceremonia, saberse presente en el alma de cada uno, cada uno presente en la propia… como debe ser!

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